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CONSERVACION
El Águila Real tiene una tasa reproductiva
muy baja y una elevada mortalidad de pollos producida por fraticidio,
especialmente cuando escasea el alimento. Asimismo, se estima que el 75% de los
jóvenes mueren antes de alcanzar la madurez sexual. El Águila Real enfrenta
problemas relacionados a electrocución, envenenamiento directo, cacería ilegal,
pérdida de hábitat, incremento de actividades forestales, abandono de zonas de
reproducción como resultado de perturbación humana, persecución, tráfico ilegal
para su venta como mascotas o para cetrería, y envenenamiento por plaguicidas.
También existe la preocupación de pérdida de variabilidad genética en esta
especie debido a problemas de consanguinidad por su pequeña población.
La parte más afectada de su hábitat son los
bosques templados cercanos a áreas de explotación forestal. Así mismo, la
sobreexplotación por cacería de sus presas principales, conejos, liebres y aves,
ha disminuido la calidad del hábitat donde se alimenta.
A nivel mundial, el Águila Real ha sido
extirpada de algunas regiones, en otras está en riesgo y en algunas otras, sus poblaciones
están estables e inclusive han aumentado.
En México, la tendencia en la disminución y
desaparición de algunas poblaciones es similar. No se han documentado aumentos
poblacionales ya que no ha habido planes concertados de protección y
conservación, ni se han atendido las causas que han originado la disminución.
Las amenazas continúan y en algunos sitios se
han incrementado. Sin embargo, se desconoce su situación precisa en México.